Hace unos cuantos años que compré este precioso gráfico... sin ningún motivo, sólo porque me gustó... pensé que seguro en algún momento tendría la oportunidad de bordarlo...
Y la oportunidad llegó hace casi un año cuando mi hermana nos dijo que estaba embarazada de un niño... ¡bien! pensé... el momento era este... así que me puse a buscar la tela, los hilos, y empecé a coser... pero luego un par de meses después el niño no era niño... sino niña... y de repente la vida se volvió rosa, tan rosa que este cuadro tan azul no iba a ser para la princesita que estaba en camino, así que se quedó guardado en un cajón.
En julio, cuando me fui de vacaciones, pensé que no podía dejar que el cuadro se convirtiera en un ufo, y lo llevé conmigo para coser un poquito después de comer en esa hora en la que salir a la calle es una locura y quedarse sin hacer nada un aburrimiento... y el avance fue bastante bueno para los poquitos días que me puse con él...
Cuando volví a casa ya estaba deseando verlo terminado, y en los poquitos ratos libres del verano fui cosiendo y cosiendo, hasta que menos de un mes después de haberlo empezado ya estaba terminado...
Incluido un montón de nudos franceses, y el punto lineal que tanto tiempo lleva y cunde tan poco... La verdad es que el cuadro está lleno de pequeños detalles que lo hacen muy delicado.
Ya está guardado a falta de ponerle un nombre... y es que el momento de bordarlo ya llegó, ahora sólo falta que llegue el momento de que tenga un dueño...
Y la oportunidad llegó hace casi un año cuando mi hermana nos dijo que estaba embarazada de un niño... ¡bien! pensé... el momento era este... así que me puse a buscar la tela, los hilos, y empecé a coser... pero luego un par de meses después el niño no era niño... sino niña... y de repente la vida se volvió rosa, tan rosa que este cuadro tan azul no iba a ser para la princesita que estaba en camino, así que se quedó guardado en un cajón.
En julio, cuando me fui de vacaciones, pensé que no podía dejar que el cuadro se convirtiera en un ufo, y lo llevé conmigo para coser un poquito después de comer en esa hora en la que salir a la calle es una locura y quedarse sin hacer nada un aburrimiento... y el avance fue bastante bueno para los poquitos días que me puse con él...
Cuando volví a casa ya estaba deseando verlo terminado, y en los poquitos ratos libres del verano fui cosiendo y cosiendo, hasta que menos de un mes después de haberlo empezado ya estaba terminado...
Incluido un montón de nudos franceses, y el punto lineal que tanto tiempo lleva y cunde tan poco... La verdad es que el cuadro está lleno de pequeños detalles que lo hacen muy delicado.
Ya está guardado a falta de ponerle un nombre... y es que el momento de bordarlo ya llegó, ahora sólo falta que llegue el momento de que tenga un dueño...
Pues que pena que se quede esperando, ¿no? Es realmente bonito. Me encanta el efecto de los nudos en la girafa.
ResponderEliminarUn besito,