En Noviembre, en el centro cultural de El Escorial hicimos un taller de fofuchas, para aprender las técnicas básicas de esta manualidad. El objetivo al terminar las diez horas de clase era tener una fofucha totalmente terminada.
El primer día la profe, Raquel, nos enseño la muñeca que teníamos que hacer y nos entró la risa... demasiados detalles, demasiado trabajo... ¡demasiado difícil! sin embargo, poco a poco las dudas desaparecieron y vimos que con un poco de trabajo y paciencia todos esos recortes de goma eva terminaban encajando (unos mejor que otros para que nos vamos a engañar!) y conseguíamos terminar nuestra muñeca. La original llevaba el vestido azul, pero Raquel nos dió la opción de hacerla del color que quisiéramos y como el primer día la niña estaba conmigo.... pues el vestido no podía ser de otro color que rosa!
Uno de los retos más difíciles fue pintar la cara de la muñeca.... y es que por mucho que te diga la profe que no es difícil entra un miedo por el cuerpo... si después del trabajo, de tener toda la muñeca montada te pones a pintar la cara y por el motivo que sea cometes una pequeña equivocación con el rotulador.... todo el trabajo se va a la porra... así que después de pensarlo un poco coges el rotulador y te lanzas a dibujar todas las líneas, a colorear, a pintar.... y después de unos minutos de nervios y tensión por fin la cara está terminada y la muñeca luce realmente bonita.
La segunda está en camino, y es que de nuevo ¡estamos de curso!
El primer día la profe, Raquel, nos enseño la muñeca que teníamos que hacer y nos entró la risa... demasiados detalles, demasiado trabajo... ¡demasiado difícil! sin embargo, poco a poco las dudas desaparecieron y vimos que con un poco de trabajo y paciencia todos esos recortes de goma eva terminaban encajando (unos mejor que otros para que nos vamos a engañar!) y conseguíamos terminar nuestra muñeca. La original llevaba el vestido azul, pero Raquel nos dió la opción de hacerla del color que quisiéramos y como el primer día la niña estaba conmigo.... pues el vestido no podía ser de otro color que rosa!
Uno de los retos más difíciles fue pintar la cara de la muñeca.... y es que por mucho que te diga la profe que no es difícil entra un miedo por el cuerpo... si después del trabajo, de tener toda la muñeca montada te pones a pintar la cara y por el motivo que sea cometes una pequeña equivocación con el rotulador.... todo el trabajo se va a la porra... así que después de pensarlo un poco coges el rotulador y te lanzas a dibujar todas las líneas, a colorear, a pintar.... y después de unos minutos de nervios y tensión por fin la cara está terminada y la muñeca luce realmente bonita.
La segunda está en camino, y es que de nuevo ¡estamos de curso!
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