El año pasado, terminando las clases de patchwork, no tenía nada para hacer... (raro en mí!) y buscando algo sencillo mi profe me propuso hacer un porta tartas. Dimos con una tela que le iba ni que pintada, con un montón de cachivaches de cocina para el exterior y para el interior elegimos una tela roja que parecía que la habían hecho a posta para que combinara a perfección con la primera.
Unos cortes por aquí, unos alfileres por allá, unas pocas puntadas y después de un ratito el porta tartas estaba terminado!
Desde que lo acabé me ha acompañado un par de veces cuando hemos comido fuera y le han salido unas cuantas novias!
Comentarios
Publicar un comentario